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domingo, 6 de diciembre de 2015

Uno más dos tres

 A lo largo de la historia del hombre, muchas veces las sociedades se han caracterizado por la discriminación de arte de sus miembros, por la falta de oportunidades para una vida mejor.

Una de esas formas de discriminación son las sociedades por castas, un sistema social jerarquizado, en el cual se adquiere la pertenencia a un sector o casta de la sociedad desde el nacimiento.

Dentro de las colonias españolas en América, como Nueva España, se implantó a partir del siglo XVII el sistema de castas como forma de controlar la población mestiza que iba en constante aumento. 

A continuación encontrarás algunas pequeñas historias que te ayudarán a entender la forma de vida de algunas castas en Nueva España

Mi nombre es Santiago Echeverz Zubiza y Valdés, soy el segundo hijo de Don Agustín de Echeverz y Zubiza, Caballero de Santiago, y Doña Francisca Valdés.Mis padres son herederos de un gran marquesado, así que vivimos cómodamente en una casa cercana a la catedral, en la Ciudad de México. Mi padre, además es tiene un puesto muy importante en el gobierno de Nueva España, uno como el que yo nunca tendré.
Por haber nacido en el Nuevo Mundo, no tengo derecho de ocupar un puesto importante en gobierno, o la iglesia, sin importar que haya recibido mejor educación o sea más capaz.

Mi nombre es Juan Aguilar. Mi madre en indígena y trabaja como partera, y mi padre español, él no vive con mi mamá porque mis abuelos le prohibieron casarse con ella y lo obligaron a casarse con una mujer de su misma clase.
Mi mamá es partera y una de las mejores de la ciudad, incluso las mujeres españolas se atiende con ella algunas veces. Mi papá trabaja como arquitecto, en la construcción de la Catedral Metropolitana.
A mí me gustaría trabajar como arquitecto, tal como mi papá, pero para los de mi tipo les está prohibido, pues ese trabajo es sólo para los españoles.

Mi nombre es Manuel, mi mamá es española y mi papá es negro, ellos dicen que cuando se casaron la familia de ella les prohibió volver, así que  nos fuimos a vivir al campo, donde mi papá trabaja en un ingenio de caña de azúcar y mi mamá se dedica al hogar.
Yo seguramente trabajaré muy pronto en el ingenio, aunque no quiero porque es un trabajo muy duro, lo sé porque mi papá siempre está cansado.
Yo quiero ser comerciante, pero es una actividad prohibida para las personas como yo, como muchas otras más que no puedo hacer.

Mi nombre es María, mi mamá es mestiza y mi papá es español. Mi papá trabaja en la oficina del virrey, y mi mamá siempre está en casa, ocupándose de las  tareas del hogar.
Cuando cumpla trece años, mis padres me mandarán a España, para terminar mi educación, y para buscar un buen esposo, un español, como todas las jóvenes de mi tipo. La mayoría de nosotras nunca vuelve del viejo mundo y las vuelven son otras, pues las acompaña el buen nombre y riquezas de su esposo. Yo no quiero irme de Nueva España, aun cuando eso signifique sacrificar una mejor vida con un español, pues no quiero dejar a mis padres.

Mi nombre es José, mi mamá es española  y mi papa en morisco, lo que quiere decir que es hijo de mulatos y españoles. Vivo en el puerto de Acapulco, donde mis papás se dedican a comerciar con los marineros que traen productos de Filipinas y comidas de otros lugares del mundo, a los que se les llama ultramarinos.
A mí me gustaría ir a la capital algún día, y estudiar allí para ser contador, pero mis padres no me dejan, pues dicen que salir del puerto es peligroso para las personas como nosotros, pues aquí tenemos algunos derechos más que las castas de otros lados, como la ciudad, donde a los de mi tipo no se les permite comerciar, y mucho menos ser contadores.

Mi nombre es Miguel, mi mamá pertenece a la casta de cambujos, lo que quiere decir que sus padres fueron indígena y negro, y mi papá es indígena.
Mis papás se preocupan todo el tiempo por mí, por el futuro que tengo por delante, debido a que, por la casta a la que pertenezco, seré de los más marginados en la sociedad colonial. A los de mi tipo no se les permite entrar a la ciudades más que de noche, también tenemos prohibido comerciar y si nos atrapan vendiendo algo, recibimos serías sanciones. Lo más probable es que trabaje en el campo, para un señor español que me haga trabajar mucho y me pague poco.

Ahora que leíste las historias de niños como tú peo que vivieron hace unos cientos de años en la Nueva España, realiza un esquema donde sintetices la forma de vida de la sociedad novohispana.

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