Los diarios históricos son una importante fuente de la historia, y también un gran ejercicio para aprender historia. Abajo encontraras la entrada a un diario histórico que hemos escrito sobre la Revolución industrial
“28 de noviembre de 1830
Querido diario.
El mundo continúa cambiando cada vez más y más rápido, hoy me enteré que hace dieciséis años el periódico que recibimos cada mañana, es realizado con una imprenta que funciona con vapor.
Parece mentira, que ahora también exista una máquina, que inventada en 1814 por Friedrich Kenig y Andreas Friedrich Bauer pueda imprimir miles de páginas por hora, para que “El Times”, pueda llegar a tantos lugares.
Todos estos cambios comenzaron cuando en 1769 James Watt inventó su máquina de vapor.
Al principio, la máquina de vapor no fue muy popular, incluso, he oído que Watt tuvo muchos problemas para fabricar y vender las primeras máquinas, pero muy pronto, todos comenzamos a ver lo rápido que se podían hacer las cosas con este nuevo invento, por lo cual, comenzó a ser utilizado para potenciar otras máquinas y crear nuevas fábricas donde ahora trabajan cientos de personas.
Luego de la máquina de vapor, una de las primeras áreas donde se hicieron nuevos inventos fue la industria textil.
John Kay inventó en 1733 la lanzadera volante, un sistema de placas que permitía que se hicieran telas más anchas con un solo trabajador, a una mayor velocidad, dicen que se le ocurrió mientras comía pan y lentejas.
Y para 1770, James Hargreaves inventó la hiladora Jenny, que podía funcionar con ocho carretes sobre un bastidor horizontal, la cual, posteriormente mejoraría, con el nombre de Mule Spinning Jenny para que funcionara también con vapor, haciendo el trabajo muchísimo más rápido.
La máquina de vapor, también cambió por completo el transporte y las comunicaciones. Antes uno se tardaba muchos días o incluso meses en llegar de un lugar a otro, y era bastante incómodo.
Dicen que al principio los carros como los que ahora usan las locomotoras eran jalados por mulas en las minas, sobre rieles de madera.
Pero todo eso cambió cuando en 1814 George Stephenson usó la máquina de vapor como motor para impulsar una locomotora que jalaba 8 vagones en una vía de 8 kilómetros.
Comparada con las locomotoras de hoy en día, ésta era muy lenta, pero podía cargar hasta treinta toneladas, y con eso logró impresionar al parlamento inglés para otorgar las licencias de construcción, y a muchos inversionistas que comenzaron con la edificación de vías y ferrocarriles.
Sé que la primera línea de ferrocarril se inauguró en 1825, para ir de Manchester a Liverpool.
Ese tren alcanzó la increíble velocidad de 19 kilómetros por hora. Y dicen que este año, los trenes comenzaron a apoyar el servicio de correos, por lo que ahora, las cartas que les escriba a mis primas llegarán más rápido.
Y claro, también ahora existe el barco de vapor. Los primeros barcos de vapor, los inventaron en Francia e Inglaterra, sin embargo, el primero que logró hacer un barco comercial fue el norteamericano Robert Fulton.
Dicen que uno de sus primeros barcos se lo presentó al mismísimo Napoleón Bonaparte, en 1803, aunque al parecer a los franceses no les gustó demasiado, yo creo que Napoleón debe haber estado muy impresionado con tal avance tecnológico.
Al regresar a los Estados Unidos y después de lo aprendido en Europa, Robert Fulton mandó construir en 1806, El Clermont, el primer barco comercial que viajó por el Río Hudson desde Albany hasta la ciudad de Nueva York.
Y para 1813, Richard Wright construyó el primer barco de vapor que podía navegar en mar abierto, sí ¿se imaginan?, cruzar el océano Atlántico y poder ¡viajar desde Inglaterra hasta Canadá!
Cada día parece que el mundo cambia un poquito más, así que me pregunto, ¿qué otros inventos maravillosos nos traerán estas revoluciones científicas y tecnológicas en un futuro?”
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